Inflar con nitrógeno las ruedas del auto es más que una tendencia. Existen muchas inquietudes con respecto al uso de este gas ya que probablemente no hay claridad sobre sus ventajas en el desempeño del vehículo. Como principal diferencia, el aire está compuesto de 78% nitrógeno, 21% Oxígeno y 1% de otros gases. El Nitrógeno se compone de 95% nitrógeno y 5% oxígeno. Pero, si el aire contiene ya tanto porcentaje de nitrógeno ¿cuál es la verdadera diferencia? Pues, las moléculas de cada uno de ellos ejercen una fuerza diferente sobre las paredes del neumático, afectando significativamente su desempeño. Aquí algunas de las ventajas de inflar con nitrógeno:
– Al nitrógeno le cuesta más trabajo atravesar las fibras de la llanta, por lo tanto la pérdida de presión toma más tiempo. El oxígeno traspasa las paredes de los neumáticos hasta 4 veces más rápido que el nitrógeno.
– Se mantiene la pisada precisa de la llanta al conducir, ya que no hay cambio de presión. Esto mejora el desempeño y permite un desgaste uniforme.
– Su uso es completamente confiable y mantiene el neumático en óptimas condiciones.
– En caso de sufrir una pinchada, es posible inflar las llantas con aire convencional cuando no se tenga acceso al nitrógeno.
– Al ser un gas seco, ayuda a prevenir problemas de oxidación al interior de la llanta.
– No sufre alteraciones a altas temperaturas, ya que se calienta menos que el aire convencional. Así, la presión permanece inalterada y la pisada sigue siendo óptima.
Es recomendable revisar regularmente la presión y el estado de sus llantas, ya que son supremamente importantes para el desempeño y seguridad de su vehículo. Al inflar con nitrógeno, la frecuencia con la que calibra sus neumáticos se reducirá, ya que la presión se mantiene constante durante más tiempo. En Amortiautos estamos capacitados para asesorarlo en este y más temas, no dude en CONTACTARNOS.
